19 Jun 2025, jue

Si te das una vuelta por colonias como la Roma, la Condesa, o la Juárez, vas a notar un cambio de ritmo. Cafecitos hipster, tiendas de diseño, y edificios remozados han venido a darle otra cara a estos barrios clásicos de la Ciudad de México. Pero, ¿qué hay detrás de esta “transformación”?

La gentrificación ha llegado para quedarse, y no todo es blanco o negro. Por un lado, estas colonias, que alguna vez se sintieron un poco abandonadas, han visto un renacer; hoy lucen parques cuidados, calles limpias, y nuevos negocios que atraen visitantes de todas partes del mundo. Es un boom que pone a la CDMX en el mapa turístico, dándole ese toque cosmopolita que muchos disfrutan. Sin embargo, este cambio trae consigo sus propios dilemas.

El aumento de rentas y el desplazamiento de habitantes de toda la vida han dado pie a un debate: mientras algunos disfrutan de la revitalización, otros ven en esto una pérdida de la esencia chilanga. Las tortillerías, peluquerías, y tienditas de antaño van desapareciendo, dejando paso a boutiques y galerías de arte. La CDMX cambia, pero la pregunta es, ¿para quién?

Al final, este proceso de gentrificación es un tema complejo, y lo que queda claro es que encontrar un balance será clave. El reto es lograr una ciudad que siga siendo hogar para todos, donde la modernización no se lleve la identidad barrial y los habitantes de siempre puedan seguir siendo parte de su propio espacio.

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